Otras letras

viernes, 23 de octubre de 2015

REFLEXIONES

EL SILENCIO 
Las vivencias enseñan que el silencio es un lenguaje y así mismo, una positiva actitud que mejora la convivencia y el entendimiento humano. 
Los silencios elocuentes y los diplomáticos proyectan sabiduría e inteligencia emocional, evitan confrontaciones y tienden a mantener la paz.
El silencio de los reprimidos, oprimidos y abusados es humillante; causa enojo ante la imposibilidad de emancipación frente al agobio del poder, y desencadena violencia.
El silencio de falsos y cobardes, omiso y pusilánime, suele ir contra la sinceridad y la lealtad.
Los silencios que la prudencia encomienda, esquivan parloteos irreflexivos, libran de heridas abiertas por palabras filosas y previenen pérdidas y sufrimiento.
El silencio proveniente de la introspección es amigo del discernimiento, la sapiencia y la madurez.

LA INDIFERENCIA
Velo oscuro que insensibiliza las almas, desvía las miradas, acoraza los sentimientos y ahuyenta la receptividad a las emociones originadas por otros seres o experiencias.
Peligrosa pasividad que ha admitido y legitimado múltiples atrocidades e injusticias en la historia humana y está consumiendo la sensibilidad del hombre actual, en la tierra del sálvese quien pueda.
Suele ser cómplice del mal, escudo defensivo ante el mundo y el dolor; y cuna de testigos mudos, abandono y soledad.
Como espada del poderoso y el arrogante, es un camino rápido hacia el cinismo, la tiranía, el despotismo.
Tiende a convertirse en un enemigo interior que congela la esencia, enajena la expresión de los afectos y la solidaridad y mina el sentido de lo humano.
Es un silencio excluyente.  Participemos de la vida, manifestándonos.

EL LLANTO
Esa manifestación natural, tan reprimida en la actualidad por la cultura moderna, proporciona un canal liberador para un sinnúmero de emociones, sirve de filtro fisiológico para depurar el cuerpo de sobrantes y toxinas y es también una acción comunicativa efectiva.
Llorar es un acto sano, no sensiblero ni débil.  Variadas son sus funciones como diversas las motivaciones que lo provocan.  Lloramos por dolores físicos y emocionales o para solicitar ayuda.  Heridas, enfermedades, indefensión, desesperanza, fracasos, alegrías, felicidad y amor, son entre otros, sus detonantes.
Como expresión universal de la humanidad y manifiesto de sensibilidad ante la vida, el llanto alivia, es catártico y reconforta.  Por nuestra salud mental y armonía interior, dejemos fluir libremente las lágrimas cuando sea necesario.

Patricia Helena Vélez R.


domingo, 26 de abril de 2015

ANTE EL ESPEJO

Fotografía: ©Patricia Helena Vélez.
Los cobros caprichosos e intermitentes,
las rabiosas venganzas por las deudas
servidas en jarra de plata
sobre la mesa de las desdichas,
ornada con amargos aderezos
y fermentados vinos de vinagres mostos,
el bazar de amores que se pagan
favores con cargos a plazos
duelos negros a cuenta gotas
mordazas invisibles
jaulas secretas sin salida
entre otros sórdidos cachivaches,
repartidos en el festival de las emociones perniciosas
por las manos de un espíritu pendenciero,
ese mal sueño con los ojos abiertos
en el que se adivina una historia verdadera,
esa quimera entre parpadeos,
dejó de quitarle el brillo a sus pupilas
y a las horas su mágico misterio,
un día en el que ebria de sí misma
ante el espejo le floreció el ego.

Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.

viernes, 24 de abril de 2015

A LA ESPERA

Fotografía: ©Patricia Helena Vélez.
Corolas carismáticas
de pétalos al viento
ajados por el tiempo
esconden los misterios
del río de pensamientos
vestidos de silencio
que fluyen mente adentro
en la hora de la quietud
para el agrietado cuerpo.

Un cofre de memorias abierto
guarda los fotogramas en movimiento
del tren de secuencias que van quedando
encubiertas tras el telón del presente
entre una bruma de sombras
a orillas del olvido seductor
que pestañea enigmático
intentando enamorar los recuerdos
y dejarlos sonámbulos en la oscuridad.

La copa de los sueños casi vacía
se llena de espejismos de cuando en vez
y las esperanzas imaginarias
le dan brillo al horizonte infinito
pintado como un cuadro fuera de la ventana
en el cielo que ve desde la cama
donde proyecta su viejo e indomable espíritu
cansado de los días, las noches y la carne
a la espera de un éxtasis perenne.

Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.

jueves, 23 de abril de 2015

PÁJAROS ESPINOS

Fotografía: ©Patricia Helena Vélez.
Somos soldados derrotados buscando en el campo de batalla desolado, los restos de los muertos; nos resistimos a aceptar que fuimos por los sueños y perdimos.  El amor es un fantasma en los latidos y deambula por el pensamiento fugitivo.  Los dos estamos tristes, solitarios y vencidos.  Reverbera el hastío del vacío y pervive esa presencia invisible que se burla del olvido, mientras volamos sin rumbo como pájaros espinos.

Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.

miércoles, 22 de abril de 2015

EL PRECIO

-Las circunstancias pueden ser un campo minado de trampas difíciles de eludir, en el que se camina sobre el riesgo, hasta que se cae en una de ellas.  Terminé metido en el negocio de la muerte, porque todo tiene consecuencias y una cosa a veces conduce a otra automáticamente.  Siempre hay que pagar un precio, nada en este mundo es gratis, ni siquiera lo que el dinero no puede comprar; el cobro llega tarde o temprano de alguna parte.  Este fue el oficio en el que me enrolaron las coyunturas de la vida, pero yo no soy malo, hombre.

-Usted lo ve así Eusébio, pero andar matando cristianos, sea por dos pesos o miles, es demoníaco.  ¿Acaso carece de remordimientos?  Para qué tiene el escapulario en el tobillo, se da bendiciones y le reza a la Virgen, cuando está viviendo la existencia del condenado.

-¡Ah!, cállese viejo, deje de hablar con voz de santo, no le va tirárselas de gallinazo solapado; la tía me ha contado sus historias.

 -  No me saque los trapos al sol, están secos.  Años hace que me convertí al trabajo honesto.  Mejor piense, porque cualquier día le van a dar de lo mismo que se la pasa repartiendo y va a caer como un trompo, sin tiempo de arrepentirse en los últimos estertores para salvarse del infierno, donde ya compró tenebroso lote con sus actos.

Instantes después fueron interrumpidos.  Un joven bajó de una motocicleta, se acercó a Eusébio, y le hizo tres disparos certeros a quema ropa en el pecho, con el arma que escondía entre la chaqueta.   

El tío murmuró, -No quise ser ave de mal agüero hijo-, pensando que no era con él, pero el matón aún no había terminado su labor.

Patricia Helena Vélez R.
©Todos los derechos reservados.

martes, 21 de abril de 2015

LÍNEAS PARALELAS

Fotografía: ©Patricia Helena Vélez
El sonido de mi nombre en el vacío de tu boca sonó como una cuerda destemplada de guitarra y mi voz cayó al abismo abierto entre las almas. Las palabras no salvan las distancias, a la sombra de tantos desencuentros perdieron su significancia. Las líneas paralelas nunca se encuentran en un vértice y la existencia muchas veces es incongruente, así que sólo hagamos un remanso del silencio y acabemos esta callada guerra. No podemos caminar descalzos en la nieve, ni sembrar los sueños en áridas praderas; es hora de alcanzar otras estrellas, la nave de la vida nos espera.
Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.

lunes, 20 de abril de 2015

FRAGMENTOS DE UN DIARIO

Nada en espera, ni voy a ninguna parte. Los días se suceden y lo único que cambia es el tiempo, llueve, sale el sol y de nuevo la maldita llovizna que no se sabe donde generará un caos o una inundación, a lo que se sigue el sonido de las sirenas, anunciando que alguien corre peligro o ha muerto y los pitos de los automotores atorados en el trancón. Los instantes son más largos que de costumbre y extraño, ebria de nostalgia, las tardes frente al mar, mirando en sus ojos la inmensidad reflejada en las pupilas enamoradas.

Caen las noches con la misma lentitud, oscureciendo un cielo gris iluminado levemente por un tímido arrebol, que pronto se desvanece. Sigo la rutina y respondo a las necesidades existenciales, semejante a una autómata cansada de repetir lo mismo como un robot obediente. Observo los fantasmas de las cosas dibujados en las sombras y odio su silencio. A veces quisiera que me dijeran algo e hiciesen algún movimiento. Excepto por el televisor, que a ratos me entretiene y hasta me quita el insomnio, cuando todo alrededor es similar al plano de un cuadro histórico.

Logro conciliar el sueño en algún momento, cual rendija por la que puedo escapar y descansar de la ausencia. Cincuenta años, en la luz y la oscuridad, no se olvidan en unos meses; cuanta falta hace. En ocasiones mi pecho duele y pienso en la muerte sorprendiéndome con un vértigo fulminante, a modo de regalo feliz, eximia del cansancio ante del dolor ocasionado por una agonía larga y solitaria, sin su amorosa presencia. La tierra no me lo devolverá y mis evocaciones, no son sino delirios de una vieja repasando lo inolvidable.

Las salidas en las mañanas a caminar, para impedir que se acaben de oxidar las gastadas bisagras de mi cuerpo, y los recreos que hago yendo a jugar dominó con los viejos amigos, me disipan, pero al regreso vuelvo a sentir esa añoranza que me siembra en los recuerdos. El futuro parece un charco de aguas estancadas donde no es posible navegar. Me agrada escribir las impresiones de esta etapa del existir, es liberador, y quizá para quien las encuentre, una vez me haya ido, sean un descubrimiento interesante. Quise hacer un diario en varias oportunidades cuando estaba joven, pero las ganas de vivir no me dejaron sacar lugar. Dejaré estas memorias sin fechas, lo que no hubiera hecho antes, porque el reloj ya no cuenta para mí.

Posiblemente sea este el momento para realizar lo que no hice, por carecer de paciencia y padecer de hiperactividad, pues ya no hay manera de andar corriendo e inventando sueños y esperanzas para ir tras ellos. Camino parecido a los osos perezosos y me gasto el tiempo en parsimonias, orando, cuidando las matas que me acompañan, contemplando los pajaritos que atraigo con plátanos maduros y agua azucarada en el jardín y tejiendo maquinalmente, como si las oscilaciones de las agujas en función de las puntadas, fuesen un remedio eficaz para la ansiedad que me sobrecoge, mientras aprendo el arte del desapego.

Patricia Helena Vélez R.
©Todos los derechos reservados.

SIN MÁCULA

Ante la sábana sin mácula, la miel se convirtió en hiel y Pablo regresó de la luna, pero no puso los pies en la tierra.  Poco después, Alma Lucero, en pleno siglo XXI, sucumbió en manos del impoluto machista fuera de cabales.

Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.


viernes, 17 de abril de 2015

ESCALERA DEL TIEMPO

Sobre la escalera del tiempo
la mirada sobre la vida
aumenta el brillo de los días
mientras recorre el horizonte
que le ofrece el mundo
a esa hora del existir
cuando respira con frenesí
tiene sed de libertad
y el presente es el peldaño mágico
donde concentra los sueños.


Fotografía: ©Patricia Helena Vélez.
Penetra a hurtadillas
las hendiduras opacas
marcadas en las huellas
del pretérito agazapado
en el seno de los recuerdos
y en las memorias desvanecidas
ve el polvo alado de sus cenizas
como un renovado fénix naciente
abriendo los ojos ante el infinito.

Con los labios del alma
besa la ilusión milagrosa
a la espera del destino
en las puertas del futuro
encubiertas de misterio
bajo un velo de esperanza
ante su audaz espíritu aventurero
quien abriendo paso sin mirar atrás
por sus ideales hacia delante va.

Patricia Helena Vélez.
©Todos los derechos reservados.
Abril de 2015.

sábado, 14 de marzo de 2015

VISITA EXTRAÑA

Fotografía: ©Patricia Helena Vélez
Reposa pensativa, oscura está la noche, perdidas en la bruma se hayan las estrellas y es fría la ventisca que entra por la ventana. Profunda es la nostalgia. Tiene la pena como una daga clavada en el alma y en sus ojos hay un brillo de contenidas lágrimas. Debe cruzar el puente que le tiende el tiempo para alcanzar el olvido y abrazar la vida diaria. Los tres pequeños duermen y la gata la acompaña. Se levanta de la silla con la intención de irse a la cama solitaria, a buscar en el umbral de los sueños la esperanza; Merlina salta y suena el timbre de la casa. A esa hora, una visita le parece extraña. Va hacía la puerta y por el visor mágico ve a su marido esperando que le abra, cuando seis meses atrás se marchó con su amante sin decir una palabra. Da la vuelta y se dirige a la cocina a buscar agua.

Patricia Helena Vélez R.
©Todos los derechos reservados.